La historia de la marca Ciresa comenzó en 1927, cuando Giovanni Ciresa puso en marcha el negocio construyendo el primer almacén, que fue sustituido por las instalaciones de Bindo di Cortenova en 1958. El proceso de desarrollo de la red de distribución comenzó en Sondrio en los años ochenta y continuó en los noventa con la apertura del depósito de Lecco (1996) y en 2007 con la inauguración de las nuevas instalaciones de Bérgamo.
Basándose en la experiencia adquirida en los almacenes de Novara, las nuevas instalaciones de Cameri se terminaron en 2003, lo que permitió a la empresa multiplicar su capacidad de producción de Gorgonzola y reforzar su presencia en el mercado mundial. Desde hace tres generaciones, Ciresa dedica el máximo cuidado a la producción de quesos, prestando especial atención a la autenticidad de los productos y a la selección de métodos respetuosos con el medio ambiente y la naturaleza. El éxito y la creciente afirmación internacional de los productos Ciresa se deben también a la eficacia de la red de distribución; esta característica garantiza a Ciresa rapidez y flexibilidad de suministro que, unidas a los elevados niveles de calidad de los productos, contribuyen a satisfacer los gustos de los clientes más exigentes y a ganarse su confianza.
A pesar del paso del tiempo, la filosofía de Ciresa sigue siendo la misma: el espíritu, el rigor y la tenacidad con los que el fundador inició su aventura; con este espíritu, ha logrado ampliar sus fronteras en el mercado internacional, aprovechando nuevas y extraordinarias oportunidades de crecimiento que le han permitido establecerse en el extranjero como símbolo de la calidad italiana.