Cómo conservar y servir el Gorgonzola Dop, preservando su cremosidad y sabor.
NOTICIAS APETITOSAS EN BREVE
Conservación y servicio
Un alimento vivo
Conservación
Al tratarse de un alimento «vivo» y, por tanto, en constante maduración, es aconsejable comprar Gorgonzola en cantidades razonables y que pueda consumirse a los pocos días de su compra. El gorgonzola de tipo picante puede conservarse varios días sin que cambien sus características, en comparación con el de tipo suave.
Deben conservarse con cuidado para que conserven sus agradables aromas y sabores, pero siempre en el frigorífico.
Antes del consumo
Muchos no lo guardan en el recipiente del queso por miedo a que su olor característico se transmita a otros quesos. La solución sencilla que se recomienda es quitar la corteza y envolver el Gorgonzola, sin corteza, en papel de aluminio o guardarlo en la bandeja de conservación del sabor, si se compra en este envase; a menudo es precisamente la corteza la causante del olor penetrante y no siempre agradable. Antes de consumirlo, es aconsejable mantener el Gorgonzola a temperatura ambiente durante al menos media hora para potenciar sus características organolépticas y que pueda expresar al máximo su sabor.
Si la rueda de Gorgonzola, o parte de ella, queda expuesta durante más tiempo, envuelva la parte «expuesta» con film transparente, ya que, de lo contrario, la pasta de Gorgonzola se oxidará y formará una pátina amarilla opaca que podría dañar la estética del propio producto.
Basta con retirar la primera loncha con un cuchillo de hoja larga para que la pasta de Gorgonzola vuelva a brillar. El gorgonzola se presta no sólo a platos sencillos o elaborados, sino también a excelentes salsas y sabrosas cremas, añadiendo mantequilla o nata al cocinar, ideal para guarnecer platos de pasta o arroz o los apetitosos ñoquis.
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