Historia

Tras una reunión en Stresa de los principales expertos europeos en productos lácteos, el 1 de junio de 1951 se firmó un convenio para proteger los productos lácteos más importantes y típicos de Europa.

El 30 de octubre de 1955, las denominaciones de origen Parmigiano-Reggiano, Grana-Padano, Gorgonzola, Pecorino Romano, Fontina y Pecorino Siciliano fueron reconocidas oficialmente mediante el Decreto Presidencial 1269.

En 1968 se crearon incluso dos consorcios voluntarios: el primero en Novara, en la Cámara de Comercio local, formado por pequeños productores de la provincia de Novara, y el segundo en Milán, en la sede de la Asociación Lechera Italiana y formado principalmente por grandes industrias del sector.

En 1971, un decreto ministerial confió al Consorcio la tarea de supervisar la producción y el comercio del queso Gorgonzola. Durante estos años, se definieron las tareas, competencias y organización estructural de la organización y se estudió y preparó la marca de origen que debía colocarse en el queso producido.

No fue hasta el 1 de marzo de 1975 cuando comenzó el marcado del queso fresco, con la marca visual “” en el papel de aluminio que envuelve el Gorgonzola cuando se comercializa. Esto se sancionó con la publicación en el Boletín Oficial el 15/5/75.

Con el Reglamento CE 1107/96, el queso Gorgonzola fue reconocido y registrado por la Unión Europea en la lista de productos «dop» el 12 de junio de 1996.

Con un nuevo Decreto de 24 de abril de 2002, el Ministerio de Políticas Agrícolas y Forestales reconoció y asignó al Consorcio la tarea de llevar a cabo actividades relativas a las propuestas de reglamentos de producción, las de mejora de la calidad de los mismos, también en materia de seguridad alimentaria, así como, en colaboración con el mismo Ministerio, la realización de actividades de salvaguardia contra los abusos, los actos de competencia desleal, las falsificaciones y el uso indebido de la denominación protegida.